miércoles, 27 de mayo de 2009

El valor de las palabras



El otro día viendo la tele escuché algo que fue lo que originó una maraña de pensamientos en mi cabeza.


Hablaban de corrupción y que sí le apoyaban o no los demás del partido.

Era curioso como el dirigente del partido decía que apoyaba al otro hasta el final. Y a su vez a otro que fue acusado por otras cosas, y que en su momento también le decía que le apoyaría, en esta ocasión ni le miraba.


Con esto quiero explicar que a veces la palabra no tiene valor. Que se dicen muchas cosas de forma fácil y creyéndose convencidos de ello, pero cuando se tuercen las cosas se les da la espalda.


Que hoy quien es tu amigo mañana no te dirige la palabra y te trata como apestado.

Que al que hoy le sigues con fervor al día siguiente le rehúyes y esquivas la mirada.

Y cuando uno esquiva la mirada… ¿Por qué lo hace? ¿Porque no quiere verle por lo que hizo? ¿O por vergüenza de no cumplir todo aquello que se ha dicho un tiempo atrás?

Y aquél, que estaba en tu casa y comía de tu comida y a quien quería tu familia, ahora ya ni te habla.


Vivimos en un mundo de egoísmo donde lo que más cuenta es lo que uno tiene, lo que hace de cara al exterior y no lo que es en sí la persona.

Hay palabras que se dicen con mucha facilidad. Palabras como amistad, cariño, amor, juramentos,… Estas muchas veces luego se olvidan.


Recuerdo hace tiempo en el que hablando con un familiar comentábamos que nosotros nunca llegaríamos a llevarnos mal, que siempre estaríamos en contacto y nos apoyaríamos.

Pasó un contratiempo debido a terceras personas y ya todo lo dicho quedó atrás. No hubo valentía en ese momento. Las palabras se las llevó el viento, pues se borraron de la cabeza de esa persona.


Odio las habladurías, detesto la gente que intenta malmeter en la vida de los demás.

No me gusta la gente débil que se deja influenciar por lo que digan los demás. No me gustan las personas con falta de personalidad que deciden tirar a la borda la relación que han tenido con otras personas porque no son capaces de pensar con claridad y sobre todo de decidirse y arriesgarse a llevar la contraria a quien le domina.


Es el día en el que aún me sigo sorprendiendo de la gente más cercana a mí. De por quien habría puesto más de una vez la mano en el fuego porque no reaccionarían de una forma determinada y lo han hecho.

Sigo sin comprender el motivo.


Y a menudo me pregunto:

¿Seré yo la rara? ¿Seré yo quien ha cambiado tanto que la otra persona no sea capaz de reconocerme o me crea capaz de hacerle daño?


En más de una ocasión he comentado a mis allegados que nunca me iba a hipotecar por nadie.

Haré mal o bien, me equivocaré o no,…pero no le voy a dar a nadie el poder de controlar mi vida.


Ayer leí una frase que comparto plenamente:


“Quien mi casa quiera gobernar, por la suya ha de empezar”


Primero mirar dentro de uno mismo antes que intentar arreglar la vida de los demás. Dejar a los demás que vivan su vida y que piensen por sí mismos.


Por qué será que muchas veces se habla de los demás, se piensa en los demás, se mira lo que hacen los demás, para evitar mirarse hacia uno mismo?.

Es una forma de engañarse, pues así uno se cree es mejor viendo cómo los otros hacen algo mal y creyéndose él “el bueno”, el que sabe”, “el amigo”,…


Eso sí, basándose en que es por el propio bien…


Hipocresía, pura hipocresía y egoísmo.


Vivimos en una sociedad hipócrita y egoísta, donde los valores se van perdiendo.

Donde unos dominan y los otros se dejan dominar. Donde todo tiene un precio. Donde tememos involucrarnos por miedo a perder la comodidad adquirida.


Esta vez mis pensamientos son pesimistas, pues no tengo esperanzas de que esto llegue a cambiar.


No soy capaz de decir que, gente a la que quiero, no me volverá la espalda el día de mañana (o puede que lo haga yo).

No soy capaz de decir que no dejaremos de hablarnos por cualquier malentendido, o habladuría.


Sólo deseo de todo corazón, que en quienes de veras confío, tengan la suficiente valentía para pensar, para recordar lo que ha sido la relación, para sentir… y no dejarse llevar por el acaloramiento de un momento o dejarse influenciar por alguien.


Ojala que mis seres queridos, en los momentos críticos, tengan la suficiente capacidad de mirar hacia dentro de sí y de pensar lo que de veras es importante en esta vida. Que no es el dinero, que no es lo que se tiene, que no es lo que se puede ganar,….lo importante es lo que se es.


Y ojala que yo también, en mis momentos críticos sea capaz de pensar y de darme cuenta de lo que es y ha sido más importante en mi vida.


uxue


6 comentarios:

Carlos dijo...

Hola uxue, leía lo que has escrito atentamente y mas me reafirmo en mi pensamiento. Cuando te suceden situaciones como las que mencionas con allegados y familiares o amigos lo mejor que puedes hacer es sacar cuentas…hacer un balance; piensa….generalmente se trata de personas sin personalidad...Pobres de espíritu que a medida que proceden mal… restan , ellos no se dan cuenta en el momento, y tu que recibes injustamente un mal trato… sumas, simple…comprendes? todo aquel que procede con hipocresía y nos hace daño al final, en el “debe” de la vida…sale perdiendo mientras tu creces espiritualmente.

Un fuerte abrazo amiga….Agur

uxue dijo...

Buen día mi incondicional amigo.
Muchas gracias por tus palabras. Comprendo lo que dices y sé que tienes razón, pero uno a veces no puede evitar pensar en cómo nos dejamos influenciar por las circunstancias perdiendo todo aquello que hemos logrado, y sobre todo por no pensar con el corazón, si no con una mente fría y egoista.

Un abrazo enorme Campeón, gracias por seguir ahí siempre. Chau

Carmen dijo...

Hola uxue.
Sabias palabras las que has escrito. La gente es voluble, se deja mecer por el viento que sopla. Claro que duelen estos comportamientos, pero a veces es preciso cerrar puertas y abrir otras nuevas. De todo aprendemos en la vida, más de los errores que de los aciertos. Pero yo aún confío en las personas y aquellos que te quieren de verdad, rara vez te fallan.
Un gran abrazo.

uxue dijo...

Muchas gracias Gloria por tus palabras.
Yo no es que desconfie de las personas, soy más bien bastante confiada. Pero es cierto que soy más precavida que antes, que no doy nada por hecho ni por eterno.
Intento aprovechar el momento y no mirar al futuro. El presente es lo que me interesa.

Un abrazo enorme amiga

Anónimo dijo...

EXCELENTEEE TODOO !! ES MUCHA VERDADD ES UN MUNDO DE HIPOCRESIA!!! NADA AMI TAMPOCO ME SORPRENDE HOY EN DIA DE NADIEEE!!

uxue dijo...

Hola anónimo
Ojalá no fuera así pero existe la hipocresía.
Es una pena ver que la palabra dicha no vale nada según las circunstancias.
saludos

El lugar que me rodea

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