Hoy ha sido nuestro último paseo de esta temporada.
En este tiempo también daré paseos, pero no será por el mismo lugar, ni todos los días, y no estará conmigo mi compañero.
El se va por unos días a otro sitio, cambiará de aires y también descansará de mí, que no le viene mal.
Ambos necesitamos ese tiempo de descanso para empezar la nueva temporada con fuerzas renovadas y con la ilusión de siempre.
Ha sido una temporada intensa, en unos momentos más cansada que en otros, pero siempre con ganas de estar juntos e intentar disfrutar de ese momento.
Aunque necesito este tiempo de descanso, no puedo evitar el añorar ya los próximos paseos. Durante casi un año han formado parte de mí día a día y de mi vida. Los extrañaré.
Y…sobre todo, echaré de menos esa mano cálida que me acompañaba en los paseos, junto con los gritos y las risas que me alegraban el camino.
A la vuelta renovaremos los paseos, por el mismo lugar, a la misma hora y, lo que es más importante, con mi acompañante incansable y que hace que mi vida sea diferente y especial.
Volveremos pronto, y mientras tanto pensaré en él y en su sonrisa.