Este fin de semana tengo descanso.
No hay paseos y aprovecho para relajarme y hacer algo diferente, sin estar pendiente del horario.
Antes, cuando tenía mis momentos de descanso, generalmente solía ver la tele. O estaba aquí escribiendo aquí algo o charlando con alguien en el msn.
La mayoría de las veces las he aprovechado para leer, que es mi mayor aficción.
Y en alguna ocasión he salido a Bilbao hacer algunos recados y a pasar la tarde
Lo de salir de cotilleo apenas lo hago ya, pues además que me cansa más, lo veo sin sentido pues si no necesito nada especial para qué voy a ir de compras.
Hoy tenía intención de ver la tele un rato. Ojeé la programación para ver lo que habría a la tarde, pero entre tanto canal no había nada que me interesara tanto como para quedarme mirando tumbada en el sofá.
Tampoco tenía ganas de estar en el ordenador leyendo o escribiendo. Así que me propuse cocinar.
Esta mañana mi hijo me propuso hacer galletas. Yo le he dicho que tenía intención de hacer un bizcocho porque nunca había hecho galletas y no sabía hacerlas.
Después de comer lo pensé y miré en Internet, en You Tube. Vi una receta bastante sencilla para una novata como yo y me animé.
Le dije a mi hijo que haría esa receta a ver qué tal salía.
Cuando me puse el delantal para empezar viene él y me dice que las haremos entre los dos.
Así que nos hemos puesto manos a la obra y en equipo hemos hecho las galletas.
Hemos variado algo la receta, pues le hemos añadido algo de nuestra cosecha para ver qué tal salía.
Y bueno, arriba en la foto está el resultado.
No tenía moldes para darle forma, así que lo hemos hecho como hemos querido.
Han salido amorfas, pero eso no nos importa, lo importante es que están ricas y sobre todo es que lo hemos hecho los dos. Y nos hemos reído haciéndolas y viendo cómo salían.
Me ha propuesto que hagamos otro día pan, así que eso haremos.
El dice que ahora somos autosuficientes y que no necesitamos comprar las cosas elaboradas para comer, que lo natural está mucho mejor. Y es cierto, puede que no esté bien presentable y que haya salido algo chapucero pero es de lo más sano y lo hemos hecho con nuestras manos.
Así sabemos lo que comemos y eso nos gusta.
Hoy no he aprovechado mi día para descansar y ha merecido la pena el no hacerlo.
Pues el hacer las galletas con la ayuda de mi hijo ha sido mucho más interesante que una tarde tumbada en el sofá viendo la tele.
Y ahora voy a comer otra galleta, que por cierto tienen chocolate y están ricas y lo importante es que las hemos hecho nosotros.
Hace un día expléndido de sol y he aprendido hacer algo nuevo y me lo he pasado bien.
Ha sido un momento mágico, ese momento que a uno le hace sentirse a gusto y bien.
El compartir ese momento forma parte de esos detalles que le hacen a uno sentirse especial.
También me animé e hice el bozcocho, pero éste ya lo sabía hacer y lo acabo de sacar del horno.
uxue
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