lunes, 11 de mayo de 2009

Ten cuidado con lo que sueñas, puede que se te cumpla...



Un hombre estaba harto de tener que ir a trabajar todos los días y que su esposa se pudiera quedar en casa. Quería que ella viera por lo que él pasaba todos los días, así que rezó:

"Señor: Yo voy a trabajar cada día, durante 8 horas mientras mi esposa se queda en la casa tranquilamente. Quiero que ella sepa por lo que tengo que pasar todos los días, entonces permíteme cambiar de cuerpo con ella por un día. Amén".

Dios, en su infinita sabiduría le concedió el deseo al hombre.
A la mañana siguiente, se despertó como mujer.

Se levantó, hizo el desayuno para su cónyuge, despertó a los niños, los ayudó a vestirse para ir al colegio, les dio el desayuno, hizo los picnics para ellos, los llevó al colegio, volvió a casa, pasando previamente por la tintorería a llevar unos trajes. En el camino también paró en el Banelco a hacer un retiro, de ahí fue al supermercado a hacer compras.

Entonces regresó a la casa, guardó las compras, hizo los cheques para pagar unas cuentas y fue al banco donde pasó se le pasó más de una hora haciendo la cola.

Al volver, limpió la caja del gato y bañó al perro.
Para entonces ya eran las 15,30….corrió a hacer las camas, puso la ropa sucia en la lavadora, sacudió, aspiró, lavó el baño, barrió y pasó el trapo de piso en la cocina.

Salió corriendo contra el reloj a buscar a sus hijos en el colegio, hizo el pool y discutió con ellos de vuelta a casa porque se soltaron los cinturones de seguridad, mientras él manejaba. Organizó un yogur con galletitas para los chicos cuando llegó a la casa (le dio fiaca a esa altura hacer tostadas y más fiaca todavía tener que untarlas) y los supervisó para que hicieran las tareas.
Cuando terminó con esto se puso frente a la tabla a planchar mientras se tomó un “recreo” viendo unos dibujitos en la televisión con los hijos.
Corrió cuando se dio cuenta que los chicos tenían control médico, los llevó al consultorio de pediatría donde esperó más de media hora en la sala de espera con chicos gritando, otros llorando y otros corriendo excitados vaya a saber por qué.

A las 19:30 estaba de vuelta en casa y empezó a pelar papas, lavar las verduras para la ensalada, adobó la carne para las milanesas e hizo un flan de sobre para postre.
Bañó a los hijos y le detectó piojos a uno por lo que le puso el tratamiento al resto también como preventivo.

Cuando su cónyuge llegó preguntando por la comida, ésta ya estaba lista y servida.

Después de comer, levantó la mesa, limpió la cocina, lavó los platos, sartenes y ollas sucios, sacó la ropa de la lavadora y la colgó en el tender para que se seque.

Acostó a los hijos después de hacerlos lavar los dientes, contar un cuento y decir sus oraciones.A las 22 estaba exhausto…aunque no había terminado todavía sus quehaceres.
Se fue a la cama sin más y estaban esperándolo para hacer el amor… lo que logró hacer con mucho esfuerzo y sin quejarse!

A la mañana siguiente se despertó e inmediatamente se arrodilló al lado de la cama y dijo: "Señor, yo no sé yo qué estaba pensando. Estaba muy equivocado al envidiar a mi esposa por poder quedarse en casa todo el día.

Por favor Señor, por favor, vuélvenos a cambiar".

El Señor, en su infinita sabiduría, contestó:

"Hijo mío, creo que has aprendido la lección y será un placer para mí volver las cosas a como estaban antes.
Sin embargo, vas a tener que esperar nueve meses... Anoche quedaste embarazado".

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