sábado, 23 de mayo de 2009

Paseo acalorado


Acabo de llegar del paseo diario e intento recuperar el aliento aquí sentada escribiendo.

Hace bastante bochorno y el camino se hacía más pesado.

Hoy encima ha sido doble sesión y por la mañana también hacía bastante calor.


A la tarde se ha cargado más y no creo que pase mucho antes de que estalle la tormenta.

En el paseo de la tarde, en más de una ocasión unas tímidas gotas caían, pero sin convencimiento y enseguida paraban.

No llevaba paraguas, pero no habría importado. Hoy se habría agradecido el refrescarse un poco en el camino.

De vez en cuando sacaba un poco de viento que nos aliviaba un poco, pero ha sido de forma esporádica y sin mucha fuerza.


El paisaje sigue siendo espectacular de ver y de disfrutarlo.

No había mucha gente paseando, la mayoría estarían en la sombra, sentados en un banco, o en casita descansando.


En el trayecto hemos pasado por un sitio que hay mesas y árboles y tienen para hacer comida a la brasa. Había gente preparando alguna barbacoa y los niños jugaban mientras esperaban para merendar.


Hoy costaba más andar por el día tan cargado que había.

Al llegar al portal, mi acompañante subió los cuatro pisos enseguida y le oía dar sus gritos mientras yo subía de forma cansina y acalorada.

El también tiene calor, pero tiene una vitalidad tremenda y aguanta muy bien las caminatas.

Yo, generalmente subo las escaleras con agilidad y a gusto, pero hoy me costaba llegar hasta arriba.


Ahora que estoy en casa me relajaré viendo un rato la tele y a preparar la cena.

Esta noche pondré para cenar unas costillas al horno y unas patatas fritas que les gusta mucho a los chicos.

Luego a relajarse de nuevo y a descansar para los paseos de mañana, que también toca sesión doble.

Si no llueve estará el día aún más cargado que hoy de calor.


Miro a través de esta ventana y veo cómo se va llenando el cielo de más nubes. Puede que al final reviente y le dé por llover. Aunque no es la primera vez que sucede que da la impresión de que va haber tormenta y de repente las nubes empiezan a desaparecer y otra vez el cielo claro y de nuevo calor que se sigue acumulando.


Hoy he puesto una foto del Monte Oiz que es otro de los paisajes que veo durante el recorrido de estos paseos diarios. Este paisaje lo contemplo todos los días desde mi cuarto cuando levanto la persiana por las mañanas, es lo primero que se vé: el paisaje y los molinos.


Desde el recorrido se ven en un buen trecho los molinos de energía renovable que hace unos años pusieron para conseguirla gracias al viento.

Siempre los he visto en en movimiento, y son bastantes los que hay allí. Desde lejos no parecen grandes, pero cuando uno se acerca a ellos sí que se puede apreciar mejor el tamaño.


Hace tiempo que no he subido al monte Oiz, antes solía ir más a menudo. Es un lugar muy bonito y que merece la pena ver.


Mucha gente recuerda ese monte por un accidente de Avión que se produjo hará unos 24 años. Recuerdo que estábamos en ese momento viviendo en el caserío y desde allí se oyó el impacto que produzco el choque debido a la neblina del día y a la antena de televisión que no pudieron evitar.


Al cabo de un tiempo que fuímos a dar una vuelta por allí todavía se veían restos del avión siniestrado.


Hoy mientras paseaba y miraba los molinos de viento del monte Oiz me acordaba de ese momento. De lo que supuso y de la impresión que produjo tanto aquí como afuera.


uxue


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El lugar que me rodea

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