jueves, 10 de septiembre de 2009

Disfrutar más del tiempo

 

Esta tarde,  mientras esperaba el autobús, leía una revista de psicología. 
En ella un artículo hablaba de la relatividad del tiempo. De cómo para unos pasa más rápido que para otros y de cómo disfrutar lo máximo de él.

Ponía que si hacemos cosas nuevas, si visitamos sitios diferentes, este tiempo se hace más lento, pues todo es nuevo para nosotros y lo disfrutamos más.

Mientras leía iba pensando en lo que ponía y me daba cuenta de un detalle, y es que este verano he podido comprobarlo:
Los últimos años iba de vacaciones al mismo sitio, hacía las mismas cosas. Todo formaba parte de la misma rutina y cuando quería darme cuenta ya estaba de vuelta en el coche para casa.

Este año he ido sólo cinco días a los Pirineos, pero al ser todo nuevo he disfrutado de cada momento, he experimentado nuevas cosas y  se me ha hecho más largo. Estos cinco días los he vivido de forma intensa y los he disfrutado a tope.

A veces me ponía a pensar en cuántos días había estado allí y se me hacía increíble el que sólo estos cinco días hubieran supuesto mucho más que tres semanas en el pueblo.

En este mismo verano fui en otro viaje a Huelva a visitar a mi amiga Gloria. Y me ha sucedido algo similar. 
Cada día era una nueva experiencia y disfrutaba de ello.

Este ha sido mi mejor verano en muchos años, y al leer la revista me he dado cuenta de uno de los motivos, y es que esas dos semanas han supuesto más que meses aquí viviendo de forma rutinaria.

Me he puesto a pensar en algo que en más de una ocasión me ha sucedido, y es que cuando hacemos un viaje nuevo se nos hace más largo que a la vuelta. La distancia es la misma, pero la sensación del tiempo transcurrido no es igual. 
A la vuelta ya no nos preocupamos en mirar el paisaje, ya no disfrutamos de él porque lo conocemos, ya sabemos cuando llegamos y sólo nos dejamos llevar sin darnos cuenta hasta nuestro destino.

Recuerdo que de niña el tiempo se nos hacía largísimo, los años apenas avanzaban y seguíamos en la escuela y con ganas de terminar y hacernos mayores.
Todo lo que veíamos y aprendíamos era nuevo y lo absorbíamos como una esponja. 

Ahora de mayores el tiempo se nos va volando, los años pasan sin darnos cuenta. Retenemos mucho menos de como lo hacíamos de niños. 
Si a eso le añadimos que siempre estamos corriendo, con una agenda interminable, con apenas tiempo para disfrutar o relajarnos, pues entonces nuestro tiempo se nos va de las manos sin darnos cuenta.
En el artículo recomendaban de hacer cosas diferentes, cosas nuevas, para poder vivir mejor ese momento y que no se nos vaya sin darnos cuenta.

Me ha gustado mucho este artículo y me ha dado qué pensar. 

Termino con un párrafo que pone en ese artículo y que comparto. Ojalá fuera capaz de ponerlo en práctica y así poder disfrutar mejor de mi tiempo presente, el hoy:

_Vivir el “aquí y el ahora” de nuestra experiencia, en vez del “allí y entonces” de nuestros pensamientos, alarga el tiempo exactamente de la misma forma que lo haría una nueva experiencia, ya que al prestar más atención a lo que estamos viviendo, captamos más impresiones-

uxue
 

4 comentarios:

margarita dijo...

Bien cierto. Cuando vamos de viaje a algún sitio donde no hemos estado, nos pàrece más largo el trayecto que la vuelta. Nunca había pensado el motivo, pero con tu comentario , se entiende perfectamente. Besos

uxue dijo...

Hola margarita
A mí me sucedía lo mismo, que nunca me lo había planteado así.
Intenta hacer algo nuevo y verás como ese momento lo vives de diferente forma, la sensación que nos deja es diferente e incluso parece que dura más tiempo al ser una nueva experiencia.
Que pases un buen fin de semana. Besos

Carmen dijo...

Completamente de acuerdo. Cuando sales de la rutina vives todo con mayor intensidad. Creo que no solo afecta al tiempo, sino a más cosas. Como por ejemplo a la belleza de las cosas. Cuando estamos acostumbrados a ver siempre los mismos lugares, llega el momento que dejamos de ver lo bello que son.
Es una lástima pero es lo que suele suceder.
Y también sucede a veces que no somos consciente de la felicidad con la que vivimos hasta que no la perdemos. Es entonces cuando nos damos cuenta de que eramos felices. Y es que creo que en la naturaleza del ser humano está el querer siempre más de lo que tenemos.
El tiempo, amiga uxue, es como el agua, que se escapa entre los dedos de nuestras manos y por mucho que queremas nunca lo conseguiremos atrapar.
Besos, amiga.

uxue dijo...

Sabias palabras Gloria, tienes mucha razón, siempre queriendo lo que no tenemos y no apreciamos lo afortunados sencillamente ya sólo por vovor y disfrutar de estos lugares.
Es cierto que no podemos parar el tiempo, pero sí podemos hacer que este tiempo merezca la pena y poder disfrutarlo siempre que podamos.

Besos amiga

El lugar que me rodea

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