lunes, 23 de mayo de 2011

Y echarán a volar....





A menudo me he planteado el tema de los hijos. 
Cuando decidimos formar una familia, somos conscientes de lo que  ello supone?


¿Por qué los tenemos?

¿Qué esperamos de ellos? 

¿Es tan desinteresado nuestro amor como solemos decir, o esperamos alguna compensación por ese cuidado y cariño que les damos?



¡Qué complicados y contradictorios son  a veces los sentimientos con respecto a los hijos!…


Les concebimos, les cuidamos desde que son bebés, les damos todo lo que podemos, haciendo lo imposible por ellos,….y cuando llegan a una edad les dejamos elegir para que hagan su vida.


Creemos que por el hecho de haberlos concebido y cuidado tenemos derecho a que ellos nos correspondan en la misma medida, y si no lo hacen pensamos  que se comportan egoistamente.


A veces siento una gran  contradicción conmigo misma por este tema, pues por un lado  pienso que deberían responder, devolver en cierta medida lo que se hace por ellos y que no es justa su manera de actuar. Y luego  llego a la conclusión que es una postura  infantil y  que no debo exigir, ni esperar que  correspondan,….que las cosas salen porque uno desea hacerlas y no como pago del cariño recibido.


 ¿No debería ser suficiente "recompensa" el haber concebido a ese ser tan especial, al que llamamos hijo,  a quien queremos de intensa y desinteresadamente?



¿Queremos que ellos sean lo que nosotros no logramos ser? 

¿Queremos que hagan lo que nosotros no fuímos capaces de hacer cuando tuvimos su edad?

¿Queremos que sean a imagen y semejanza nuestra?

En más de una ocasión hemos proyectado en nuestros hijos nuestras propias frustraciones, nuestros deseos insatisfechos, nuestros sueños no cumplidos,... y que no son los suyos.


Y no nos damos  cuenta que nuestros hijos tienen su propia personalidad, sus propias ideas y sus deseos, y  aunque nos duela, es probable que no tengan nada que ver con lo que hemos pensado para ellos.


Yo a menudo me lo planteo y caigo en esa gran equivocación de pensar que los hijos nos tienen que devolver lo que les hemos dado, que tienen una deuda con nosotros,….


Y claro que tienen una deuda, pero no con nosotros, la tienen con su vida, con la sociedad,  con su manera de responder a los demás y a sí mismos,…

Y cuando tengan sus propios hijos, ellos mismos pagarán la deuda que contrajeron de sus padres,….y entonces comprenderán que lo que sus padres hicieron por ellos fue con la mejor voluntad, fue por amor y en ningún momento por hacerles daño ni por  egoísmo.


….Entonces comprenderán que la mejor forma de pagar esa deuda será amando y educando a sus hijos con todo el cariño y la mejor voluntad que los propios  padres pusieron en ellos…



Es el ciclo de la vida,…un ciclo familiar que ojalá  los padres lleguemos a comprender mientras tengamos la mente clara, cuando aún somos capaces de aceptar que nuestros hijos no son nuestros, que nadie pertenece a nadie,…que cada uno es dueño de sí mismo, de nadie más.


Ellos toman sus propias decisiones, ellos son personas únicas e irrepetibles,…ellos tendrán que asumir sus propias responsabilidades,…

Sus alas irán creciendo y fortaleciéndose,…y el día menos pensado volarán solos,…


Nosotros… los padres, cuidadores, tutores,….quienes hemos estado pendientes de su crecimiento y educación, sólo nos queda esperar y desear que hagan lo mejor con sus vidas, estando siempre con ellos aún en la distancia,…y amarles aún más por eso mismo, porque el amor es inagotable, y el amor del padre a un hijo es, y debiera ser, infinito y sin condiciones.



Y creo, que al igual yo comprendí y fui consciente de lo que mi madre hizo por mí, de lo que me quería, aún sin saber expresarlo,... que aunque los hijos ahora no expresen abiertamente el cariño que  sientan,…Sé,…que ellos también sentirán ese amor por sus padres y ese sentimiento será algo que ellos percibirán aun sin escucharlo, pero sintiéndolo muy dentro de sí mismos.

Ésta es una reflexión que intento hacerme a menudo: 
Que no hace falta las palabras para sentir el cariño, que también  el silencio es una muestra de amor. Todos los días lo compruebo con uno de mis hijos, sé que me ama aún en su silencio, aún en su mundo especial. Igual que sé esto de él debería comprenderlo también de los demás hijos, de aquellos que saben hablar y que exijimos que lo digan,...debería comprender que el silencio de estos hijos también es valioso y significativo...sigo en proceso, sigo aprendiendo...

"Mis hijos no son mios,...sólo se pertenecen a sí mismos,... y el día menos pensado echarán a volar..."


uxue




Quien no conoce esta gran canción de Serrat, tan significativa y que expresa muy bien lo que hacemos o pensamos sobre los hijos.




Esos locos bajitos

A menudo los hijos se nos parecen,
y así nos dan la primera satisfacción;
ésos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.

Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, (dicen) que hay que domesticar.

Niño,
deja ya de joder con la pelota.
Niño,
que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.

Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
con nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos
para dormir.

Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada
y en cada canción.

Nada ni nadie puede impedir que sufran,
que las agujas avancen en el reloj,
que decidan por ellos, que se equivoquen,
que crezcan y que un día
nos digan adiós.




Joan Manuel Serrat

 

10 comentarios:

martín cmf dijo...

Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede
ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.

– Khalil Gibran –

uxue dijo...

Hola martín
Conocía este escrito de Khalil, es precioso y muy significativo que los padres deberíamos tener más en cuenta, ellos son dueños de su vida, de sus deseos y pensamientos.
Gracias por entrar y recordárnoslo con estas palabras.
Un abrazo

Carmen dijo...

Hola amiga.

Muy bonitas tus reflexiones, y muy sentidas.

A mí mis hijas me llenan de felicidad, sus logros son mis logros, y sus tristezas son mías también.

Cuando son pequeños, nos tenemos que volcar en ellos, es la etapa del aprendizaje y nuestro deber es enseñarlos. Ya de mayores hay que darles espacios para que puedan vivir su vida. Ese es el mejor pago a todos nuestros desvelos: verlos libres y felices, capaces de ganarse la vida por si mismos.

Un abrazo, uxue.

Jabo dijo...

Enseñarás a volar...pero no volarán tu vuelo.

Enseñarás a soñar...pero no soñarán tus sueños.

Enseñarás a vivir...pero no vivirán tu vida.

Enseñarás a cantar...pero no cantarán tu canción.

Enseñarás a pensar...pero no pensarán como tú.

Pero sabrás que cada vez que ellos vuelen, sueñen, vivan, canten y piensen...

¡Estará en ellos la semilla del camino enseñado y aprendido!

(Madre Teresa de Calcuta)
Abrazo. Jabo

uxue dijo...

Hola Gloria
Comprendo lo que dices y sé que te sientes muy orgullosa de tus hijas como ellas lo sentirán de ti.
Mis hijos no han echado el vuelo, con el tiempo lo harán, es ley de vida y lo acepto... lo triste es el tiempo perdido e irrecuperable, esas discusiones tontas que se tienen, esa terquedad, tanto de madre como de hijo,donde nadie da su brazo a torcer...esa intrasigencia de los padres,...
Cuando aprenderemos!!!
Gracias por tus palabras amiga, un abrazo grande

uxue dijo...

Hola Jabo
Precioso el escrito de una gran mujer como es la Madre Teresa de Calcuta, un Ejemplo de vida.
Es una buena enseñanza que tendré muy en cuenta. Muchas gracias por compartirlas
Un abrazo

METAMORFOSIS dijo...

Hola Uxue...mira que conocía esta canción, pero creo que nunca le había prestado tanta atención a la letra como ahora al leerla. Bien es cierto que a nadie le dan un libro de instrucciones para saber como educar a los hijos, pero por muy bien que intente hacerse, es practicamente inevitable no transmitirles una gran parte de lo que somos...de lo que nos gusta, de lo que no, de nuestras costumbre, nuestros miedos, frustraciones, etc. De hecho, cuando una persona tiene un problema y necesita ayuda psicológica, lo primero que hace el psicólogo es retrotraerse a la niñez de esa persona, porque en un 90% de los casos, el origen de todo está ahí.
Besos 1000

Marmopi dijo...

Uxue, yo creo que nos surgen dudas desde el momento en que hemos concebido a nuestros hijos. Dudas que no dejan de asomarnos mientras somos padres, dudas que a veces no somos capaces de resolver.

Pero sea como sea, adoramos a nuestros hijos y que algún día volarán como bien dices y las dudas que nos surgirán serán otras.

Besos grandes

uxue dijo...

Hola Metamorfosis
Es cierto a veces escuchamos una canción determinada y no asimilamos su verdadero significado, puede que nos guste pero no llega a calar en nosotros. Y después se ve la letra o se escucha en otro contexto de nuestra vida y es cuando comprendemos mejor lo que quería decir.
Es cierto que la niñez tiene mucha influencia en la edad adulta, pero puede ser superable si se tiene determinación y si hay ayuda mucho mejor.
Besos...

uxue dijo...

Tienes razón marmopi, las dudas empiezan desde que se conciben y es lógico, todo es nuevo para los padres y de eso va a depender mucho el futuro del hijo.
Dudar no siempre es malo, pues así intentamos aprender y mejorar las cosas,...la seguridad no existe en ningún sitio y menos con los hijos.
Un beso grandote guapa

El lugar que me rodea

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