lunes, 11 de junio de 2012

A la izquierda del roble...


El viernes fue la graduación de mi segundo hijo.
Salí temprano de casa, pues tenía más de dos horas de viaje y no quería llegar tarde.
A las 8:20 ya me fui a la estación del tren para dirigirme a Donosti, ya que la carrera la cursó en la Universidad de esa ciudad.

Cuando llego a la máquina para sacar el billete, me doy cuenta que apenas tengo lo justo para coger un billete de ida. 
Esa parada es un apeadero, sin taquillas con personal, sólo una máquina para los billetes.
El tren estaba por llegar y no tenía tiempo de buscar cambios en otro lugar.

Con los nervios de las prisas y del día  tan importante que sería,  no me di cuenta dónde ponía las monedas en la máquina. 
El caso es que las metí en la ranura equivocada y me quedé sin dinero, sin billete,…el tren ya llegaba y yo tenía que ir sí o sí a esa hora, pues si no me perdía la graduación,…y no pensaba perder esa oportunidad de compartir ese momento especial con mi hijo.

Así que, y sin tiempo a pensármelo dos veces, me fui al tren, sin dinero suelto, sin billetes y con los nervios a flor de piel.

El trayecto era de dos horas. Siempre que he ido a Donosti, y a la vuelta, en el tren ha pasado el inspector para ver los billetes. Por lo que imaginaba que ese día no sería diferente.

Me senté y saqué un librito de poemas de Mario Benedetti para pasar el tiempo. 
Cada dos por tres miraba a un lado y a otro esperando que entrara ese temido inspector, no sabía qué le diría, pues si le decía la verdad igual ni me creería,…pero es que no tenía otra razón más convincente que no fuera la verdad, aún a riesgo de que me tomara por boba de remate.

Entre mirada y mirada al vagón, entre espera y espera a un hombre que no llegaba, intentaba centrarme en la lectura del libro que tenía,…pero me costaba bastante, no era capaz de concentrarme,…

Cuando iba a cerrar el libro de poemas, veo uno que desconocía,…
Era largo,  vi cómo empezaba:

 ” No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes, pero el Jardín Botánico es un parque dormido...”

Ahí me paré un rato y seguí leyendo.

Entonces me olvidé del billete, del inspector y del momento que vendría después,…sólo me centré en lo que leía y que me enganchó desde el primer párrafo.

Lo volví a leer  un par de veces y cada vez me gustaba más. 
Le puse una marca para saber dónde estaba y poder ponerlo en mi blog.

Y pasó el tiempo, llegábamos a Donosti, y el inspector no pasaba.
 No podía creer la suerte que estaba teniendo, nunca me había sucedido algo así.

Hablo con mi hijo por teléfono desde el tren y se lo cuento. Él me responde que para salir de allí hay que meter el billete en otra ranura que abre a los laterales como unas puertas de cristal y dejan salir.
Puff!! ya imaginaba que no sería tan sencillo escabullirse sin dar explicaciones.

Salí del tren hacia la salida donde me esperaría mi hijo, todavía no había llegado, así que a la chica que iba delante de mí le dije que si no le importaba que saliera con ella a la vez. Ella metía el billete y salíamos juntas.
Ella me dijo que sí pero tenía que ser sincronizado, porque podríamos quedarnos las dos atrapadas sin poder salir.
No sé qué pensaría la chica, pero no me lo pregunté ni me puse a dar explicaciones de por qué no llevaba el billete. Sólo quería salir e ir a ver la graduación.
Al rato de salir vino mi hijo a buscarme y ya se estaba riendo de mí por lo sucedido y el despiste de su madre.

La graduación fue maravillosa, 
ni el contratiempo del billete pudo apagar la chispa e ilusión que sentía por ese momento.

Mi hijo me regaló la banda morada que le pusieron para la  graduación y que guardaré como recuerdo  de un día tan especial.
 

Cuando terminó ya iba de vuelta al tren de nuevo. Esta vez llevaba un billete que me dio mi hijo para que no me pasara lo mismo.
No podía estar más tiempo ya que me esperaba mi hijo mayor para el paseo de la tarde. 
Tenía más de dos horas de viaje  hasta llegar a casa de nuevo. 

Y sí, a la vuelta, pasó el inspector: alto, fuerte y muy serio, que no paraba de mirar mi billete, pues es con descuento por familia numerosa. Me pidió el carnet y DNI para comprobar que era yo, me miró en más de una ocasión y apenas se movía del lugar, pues aunque iba a otros vagones volvía al que yo estaba.
Será que sospechaba lo que había pasado a la ida?…
Será  el color morado de mi ropa que ese día me hacía diferente?…
Será mi cara de buena persona que tenía y de no ser capaz de viajar sin billete?...
Será, sobre todo, la cara de orgullo y felicidad que mostraba por lo que acababa de compartir con mi hijo?...

No lo sé,…puede que esto último sea lo que más le hizo quedarse en el vagón hasta que se bajó en su parada,…el caso es que libré a la ida, y a la vuelta ya no importaba que pasara o no el inspector…

Y, después de mi odisea del día y de mi gran suerte, quiero compartir aquí este gran poema de Benedetti que formó parte de ese día, algo loco, pero muy especial para mí.

uxue...
 

 

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.

El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.

Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fanáticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.

Aquellos dos por ejemplo, a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.

Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico
  
 “ayer llegó el otoño
   el sol de otoño
   y me sentí feliz
   como hace mucho
   qué linda estás
   te quiero
   en mi sueño
   de noche
   se escuchan las bocinas
   el viento sobre el mar
   y sin embargo aquello
   también es el silencio
   mírame así
   te quiero
   yo trabajo con ganas
   hago números
   fichas
   discuto con cretinos
   me distraigo y blasfemo
   dame tu mano
   ahora
   ya lo sabés
   te quiero
   pienso a veces en Dios
   bueno no tantas veces
   no me gusta robar
   su tiempo
   y además está lejos
   vos estás a mi lado
   ahora mismo estoy triste
   estoy triste y te quiero
   ya pasarán las horas
   la calle como un río
   los árboles que ayudan
   el cielo
   los amigos
   y qué suerte
   te quiero
   hace mucho era niño
   hace mucho y qué importa
   el azar era simple
   como entrar en tus ojos
   dejame entrar
   te quiero
   menos mal que te quiero”. 


No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puede ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.

Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.

Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico
   
“vos lo dijiste
   nuestro amor
   fue desde siempre un niño muerto
   sólo de a ratos parecía
   que iba a vivir
   que iba a vencernos
   pero los dos fuimos tan fuertes
   que lo dejamos sin su sangre
   sin su futuro
   sin su cielo
   un niño muerto
   sólo eso
   maravilloso y condenado
   quizá tuviera una sonrisa
   como la tuya
   dulce y honda
   quizá tuviera un alma triste
   como mi alma
   poca cosa
   quizá aprendiera con el tiempo
   a desplegarse
   a usar el mundo
   pero los niños que así vienen
   muertos de amor
   muertos de miedo
   tienen tan grande el corazón
   que se destruyen sin saberlo
   vos lo dijiste
   nuestro amor
   fue desde siempre un niño muerto
   y qué verdad dura y sin sombra
   qué verdad fácil y qué pena
   yo imaginaba que era un niño
   y era tan sólo un niño muerto
   ahora qué queda
   sólo queda
   medir la fe y que recordemos
   lo que pudimos haber sido
   para él
   que no pudo ser nuestro
   qué más
   acaso cuando llegue
   un veintitrés de abril y abismo
   vos donde estés
   llevale flores
   que yo también iré contigo”.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.

Ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.

El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nadar desesperadamente.

Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble,
eternos y escondidos en la lluvia,
diciéndose quién sabe qué silencios.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.

(Mario Benedetti
“A la izquierda del roble”)

28 comentarios:

Humberto Dib dijo...

Pero al final lo conseguiste, ni inspector, ni inconvenientes de ningún tipo. El objetivo era muy importante.
A propósito, felicitaciones por lo de la graduación.
Un beso.
HD

Anónimo dijo...

HOLA UXUE. bueno pues a todos nos ha pasado alguna cosilla de ese estilo, tu salvación fue centrarte en el libro, en el poema, si siguieras con miedo hay si viene el inspector, seguro apareceria, pero al centrar tu atención en otra cosa, no ocurrio lo temido. Así lo veo yo.
Seguro tu cara expresaba muchos, y por eso la chica, se dio cuenta que eras una buena persona en un apuro, no una aprovechada, lo de la vuelta, que al final no salia de tu vera,el inspector, seguro, era porque tu rostro estaba radiante, y trasmitias una luz especial, y una energia especial, y se sentia bien en aquel rincon, Quien sabe, a veces trasmitimos cosas y no nos damos cuenta, es magia pura.
Me alegro mucho tu hijo se graduara y tu fueras tan feliz y pudieras compartir ese día.

Preciosa el cuadro final.
Un abrazo, gracias por contar esta experiencia, así yo me siento menos rara, porque a mi tambien me pasan cosas, así.
Besos........

uxue dijo...

Hola Humberto
Es cierto que al final lo logré y nada habría hecho cambiar mi determinación de ir aunque hubiera tenido que pagar la multa o discutido con el inspector...
Gracias por tus palabras y tu felicitación.
Un beso

Marrubi dijo...

Pareciera que los "duendes" se hubieran unido para que consiguieras tu objetivo y no perdieras la graduación.
Me gusta tu blog, hace muy poquito que te leo pero me encanta.
Un abrazo.

uxue dijo...

Hola Luzy
Es cierto lo que pones, muchas veces transmitimos cosas con la expresión de la cara o con la mirada que lso demás comprenden sin palabras. Esta chica no me preguntó, sencillamente aceptó arriesgándose que la regañaran a ella también.

No es la primera vez que me pasan despistes alocados, pero que haya salido tan bien parada después de lo que pudo pasar, no me había sucedido antes.
Muchas gracias por tus palabras guapa.
Besos...

uxue dijo...

Hola marrubi
Los duendes ese día se pusieron de mi parte para que lograra mi objetivo, aunque se lo puse difícil...
Bienvenida al blog, me alegro que te guste.
Muchas gracias por pasarte por aquí y por tus palabras.
Un abrazo

Silvia dijo...

Hola Uxue...

Pues si que eres una mujer de suerte.... No te pescó el inspector a la ida, descubriste una belleza de poesía de Benedetti, llegaste a tiempo a la graduación, disfrutaste de tu hijo y su logro, que es también tuyo en parte... llegaste a tiempo a la vuelta y te conquistaste al inspector!!! Grande!!! ;-)
Fuera de bromas, la mayor suerte que tienes es tu fuerza niña, tu determinación y tu "buena onda"... Todo se supera si uno quiere... y tu lo sabes mejor que nadie..que si quieres PUEDES y el universo conspira para que todo vaya bien...
Disfrutalo y disfrutate amiga,

Silvia

Carlos dijo...

Hola preciosa.

Doy fe que ese día tan especial para vos y para tu hijo estabas muy guapa. La foto que tengo de ambos refleja el orgullo en tu rostro y la sonrisa de ambos ilumina la escena dándole a la imagen un toque de calidez y amor, escena que me llenó de alegría y felicidad.

El poema de Mario es hermoso, lo conocía ya y es una autentica gozada leerlo, como siempre.

Con respecto a tus despiste con los boletos, ya en su momento cuando me contaste por teléfono me agarraba la cabeza…eres tremenda amiga, con vos ya he perdido la capacidad de asombro, terremoto.

Te dejo un fuerte y cálido abrazo…Agur.

uxue dijo...

Hola Silvia
Es cierto que el día empezó a torcerse, y lo que pudo ser un desastre se transformó en una anécdota con una buena lección y es lograr lo que uno se propone a pesar de los contratiempos.
Muchas gracias por tu fe en mí y tus palabras.
Un beso enorme amiga

uxue dijo...

Hola Carlos
Tú me ves con buenos ojos y ya me conoces bien.
Pero es cierto que en la foto que viste había algo especial, en la sonrisa y mirada a la cámara transmitía el orgullo que sentía como madre por este hijo que tanto se ha esforzado por lograr lo que se ha propuesto.
Sobre mis despistes, ya sabes que soy experta en ellos, de perderme en cualquier lugar o meter la pata en tantas ocasiones. Los asumo y me río de ellos, aunque al principio me dé rabía ser tan despistada.
Muchas gracias por tus palabras y tu elogio.
Un abrazo enorme amigo...agur

Anónimo dijo...

Muchísimas felicidades Uxue por la Graduación de tu hijo.. Sabés, pasa que cuando mas prisa tenemos es cuando más imprevistos nos salen :) por suerte todo salió bien.

Besitos.

Jabo dijo...

Bueno, bueno, tenías que haber oído las carcajadas que me he pegado leyéndote. Es que es un anécdota muy buena.
Ahora en serio, muchas felicidades a tí y al hijo, por su graduación, de la cual estas tan orgullosa, y con razón.
Abrazo. Jabo

uxue dijo...

Hola Diazul
Es cierto lo que dices de las prisas es imprevistos.
Lo importante es reaccionar a tiempo, en esta ocasión tuve suerte y lo hice, pero no siempre acierto.
Muchas gracias por tus felicitaciones.
Besos

uxue dijo...

Hola Jabo
Ahora cuando lo leo me río y ayer al escribirlo también. El viernes no lo hice tanto, lo que más hacía era hablar sola conmigo misma llamándome boba,...pero bueno me espabilé y todo salió bien.
Muchas gracias por tus felicitaciones, se las daré de tu parte.
Un abrazo

Marmopi dijo...

Enhorabuena por esa graduación de la que tú también eres poseedera en una buena parte.

Y gracias por el poema de Benedetti. Una maravilla, chiqui.

Besitos

uxue dijo...

Gracias marmopi por tus felicitaciones, él es el principal merecedor de ellas.
Yo he estado a su lado pero él era quien se has esforzado estos cinco años.
Un beso grande guapa

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola, Uxue

Esos ángeles de la guarda que cuidan y velan de nosotros, estaban ahí para que no te perdieras la graduación de tu hijo. Además Benedetti hizo que te relajaras y disfrutaras del viaje.

Enhorabuena por la graduación de tu hijo. Es un regalo muy bonito, el de la banda.

Todo fue muy especial, pero lo que más gracia me ha hecho, es que a la vuelta, el revisor estaba ahí, pegadito a ti, jaajajajajajaj.

Los milagros existen, y a veces, los vemos.

Besotes.

uxue dijo...

Hola Maria Eugenia

Mi ángel de la guarda a veces tiene que hacer horas extras conmigo para encandilarme cuando me despisto.
Puede que los milagros existan,...o somos nosotros mismos quienes los originamos con nuestra postura y determinación.

Gracias por tus palabras guapa.
Un beso grande

Adriana Alba dijo...

Recién llego a tu blog y no paro de sorprenderme por las sincronicidades de la vida (yo creo en ellas).

Primero felicitaciones por la graduación de tu hijo y por la aventura en el tren...casi como las pelis de espías jajaja, donde has salido ilesa.

Conozco el Jardin Botánico de mi país (no sé si Benedetti se refiere al de Argentina pero los jardines botánicos son todos bellos),y asocié todo ésto con la entrada que subí hoy sobre lo sagrado, vengo trabajando con la idea de las hojas hace varias semanas y cuando termino de leer tu texto, veo la bella foto del árbol y sus hojas... y el poema a continuación...no lo sé, a veces me ocurre con ciertos blogs donde fluye una energía especial y ocurren éstas maravillosas sintonías.

Todo siempre nos quiere decir algo...mostrar algo para que prestemos atención a sus mensajes.(es mi idea por supuesto, pero me gusta creer que el Universo siempre nos está diciendo algo)

Te dejo un fuerte y cariñoso abrazo querida Uxue.

Me encantó ésta entrada

uxue dijo...

Hola Adriana
Me ha encantado lo que has escrito y lo comparto.
Yo también creo en las sincronizaciones: en cómo pensamos en algo en concreto y de repente lo encontramos en la página de un libro, al encender la radio, escuchar a alguien que habla de ello,…o, como en este caso, leyendo un blog como te ha sucedido a ti.

Leí tu entrada y me gustó mucho lo que pusiste sobre las hojas.
Me encanta tu blog y disfruto mucho leyéndote, a la vez que me das qué pensar sobre lo que pones.

Muchas gracias por tus felicitaciones y tus palabras de cariño.
Un beso grande

Irhati dijo...

Hola reina!, Pues como una reina te veía yo según te leía. Todo se conjugó para que tu disfrutaras de un día tan especial. Las peripecias forman parte de tu gran tesón, lo que importa, es lo importante, lo demás.. ¡ya se solucionará..! Celebro contigo la graduación de tu hijo, ¡Enhorabuena a los dos! Esa banda engalana tu baúl convirtiendo tus sueños en realidad. Te lo mereces, os lo merecéis.
En cuanto al poema, no me extraña que te hiciera el viaje mas corto y tan ameno, da para mucho.
En fin amiga, que eso, que muchos besos con todo mi corazón "

Carmen dijo...

Hola uxue.

Muchas felicidades a ti y también para tu hijo. Recuerdo con mucho cariño y una gran alegría el día que se graduaron mis hijas, es un bonito recuerdo. Me alegro que tu hijo haya terminado la suya.

Chica, menuda odisea, en qué líos te metes por el despiste, jejeje. Ya tengo aprendido -lo digo sin lugar a dudas- que lo tuyo no son ni los trenes ni los autobuses, jejeje.

Me ha encantado descubrir este maravilloso poema de Benedetti.

Un gran abrazo.

uxue dijo...

Hola irhati
Da gusto leerte y sentir tu cercanía y el cariño que pones en lo que escribes.
Muchas gracias por tus palabras y tu apoyo.
Un beso enorme amiga

uxue dijo...

Hola Gloria
Puff!! chica me acabas de recordar el desastre del autobús cuando fui a visitaros que se fue antes de la hora y me dejaron en tierra un día más. Menos mal que vinistéis a buscarme de nuevo, si no me tocaba dormir en la estación.
Qué mal rato me hicieron pasar, pero al final, esto también se solucionó.

Has pasado por la graduación y sabes cómo se siente cuando un hijo ha cumplido parte de su sueño, haciendo lo que le gusta y lográndolo. La otra parte ahora es poder dedicarse a eso mismo que ha estudiado, pero al menos lo primero ya lo tiene.
Muchas gracias por tus palabras y la felicitación.
Un beso enorme guapa.

Jeny dijo...

Hola :D
jajajajajaja como me he reido leyendo la entrada, te estaba imaginando en la situación...si es que menuda eres tu para que te pasen estas cosas... Pero me alegro de que te libraras del revisor, menuda suerte tienes!!!

Felicidades por la graduación, quién iba a guardar esa banda morada mejor que tu?


Un gran abrazo!!

uxue dijo...

Hola Jeny, preciosa!!
Tienes razón, no es la primera vez que me pasa algo parecido, pero es que se me olvida pronto hasta la siguiente.

Prepárate estudiante, que en pocos años te toca a ti graduarte y ponerte una banda o lo que allí den, pues igual varía según la universidad.
Muchas gracias por tus palabras y tu felicitación.
Un beso enorme amiga...

manulondra dijo...

Me encanta lo bien que describes tus vivencias y lo ameno que lo haces, uxue. Yo, como tengo muy mala pata, ni se me ocurre no sacar billete, y mira que lo pienso, pues hace más de dos meses que no veo al revisor. Pero basta que un día no lo saque para que aparezca.

!Felicidades por lo de la graduación!... ya me gustaría a mí contar lo mismo, pero parece que mis hijos se empeñan en no acabar nunca, siempre echándole la culpa a los profesores...

uxue dijo...

Hola Manu
Yo siempre saco el billete, pero ahí me arrisgué por una fuerza mayor y aún sabiendo que vendría el revisor lo volvería hacer, mereció la pena el apuro por ver a mi hijo graduarse y acompañarle ese día tan especial para los dos.
Parece que a veces chicos hacen su carrera a otra velocidad, será que les gustará seguir estudiando eternamente?
Muchas gracias por tus felicitacione y tus palabras.
Un abrazo

El lugar que me rodea

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